¡Hola! ¿Cómo estamos? ¿Qué tal nos fue con la demolición de los Muros Invisibles?
Y bueno, aquí aparecemos nuevamente. Prendo una varita de sándalo para ayudar a la inspiración, la tele y el estereo apagados y vamos tomando el camino para ver si la inspiración hace su aparición una vez más.
“Lo que te choca… ¡te checa! Y si, ¿cuantas veces algo no nos gusta de alguien? R: Infinidad. Gran parte de nuestra vida vivimos quejándonos de las características de temperamento y carácter de las personas que nos rodean.
Esta frase llegó a mi por mi amigo Lázaro, el mismo que me enseño que las emociones son temporales, un día, estaba con el quejándome de alguien como solía hacerlo (y a veces todavía, admito, lo hago), entonces el me dijo: “Lo que te choca… ¡Te checa!” casi puedo asegurar que mis pequeños ojos se volvieron grandes por que enfrentaba una verdad un poco difícil de aceptar.
Al ver mi gran asombro complementó lo siguiente (y que podemos revisar en el libro de Martha Alicia Chávez, “Tu hijo, tu espejo”)
1. El otro tiene algo que tu tienes, te desagrada mucho y hasta el día de hoy no lo has podido cambiar (ves tus propios defectos proyectados en el otro).
2. El otro tiene algo que tú no tienes, pero lo deseas (ves tu carencia proyectada en el otro: resultado, envidia)
3. El otro reactiva en ti ciertos sucesos o etapas de tu historia personal en los cuales has dejado conflictos sin resolver o heridas sin sanar.
Para el punto 1, recuerdo una vez a una chica que le gustaba mucho ir el fin de semana al antro y al ir, divertirse de una manera ilimitada, alcohol, mucho baile, mucho ligue, etc., con sus debidas consecuencias de esos excesos. En una ocasión como recuerdo a ella hablando de su amiga, criticando exactamente esa forma de divertirse de más, los testigos de ese evento nos preguntábamos ¿pero que no se ve que ella hace exactamente lo mismo? Vio su propio defecto reflejado en el de su amiga.
Sobre el punto 2 podemos ejemplificar cuando nos molestamos por un compañero del trabajo llega tarde al mismo, lo hace repetidamente y para colmo de suertes, el jefe no lo ha cachado, y mientras, nosotros, verdes del coraje, por que hacemos el suficiente esfuerzo para preparar lo necesario la noche anterior, levantarnos temprano, arreglarnos, salir a tiempo para que el tráfico no sea un impedimento y llegar a buena hora a nuestro trabajo; no nos damos el permiso de tener ese defecto, pero sabemos que tenemos la capacidad de tenerlo.
En el tercero encontramos cosas que por ejemplo nos afectaron cuando éramos niños, puede ser el caso de cuando alguno de nuestros padres se enojaban y mostraban su enojo tronado los dedos y actualmente, cuando alguien hace lo mismo, se apodera de nosotros una gran molestia sobre eso.
En resumen, habría que voltear a ver a nuestro interior para ver por que eso que “Nos choca” nos “Esta checando”. Me parece que la respuesta siempre será más fácil encontrarla adentro que afuera, en nosotros que en los demás.
Nos vemos la próxima semana y antes, ¿que les parece si me comentan un poco sobre el tema? Espero leerlos.
Frases relacionadas:
“Si te gusta una acción buena de una persona, inspírate, si te desagrada una mala acción de alguien, examínate”.
“Conócete a ti mismo”. (Sócrates)
Fuentes:
La vida.
Tu hijo, tu espejo. Martha Alicia Chávez. Ed. Debolsillo.
Muchas horas de plática con Lázaro.
domingo, 22 de noviembre de 2009
Lo que te choca… ¡Te checa!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario