domingo, 29 de noviembre de 2009

Esta científicamente comprobado que lo que un ser humano siente, nace de lo que piensa.


Desprendimiento Emocional. (Primera Parte, el “Prendimiento”)

Hola a todos queridos amigos y amigas. Ahora esta semana no desarrollaré solo una frase que ha significado algo para mí, sino haré un debraye sobre un tema que me cambió totalmente mi forma de relacionarme con los demás: El Desprendimiento Emocional.

El Desprendimiento Emocional (o como se conoce en otros ámbitos como Desenganche Emocional o Desapego Emocional y en inglés Emotional Detachment) llegó a mi como parte de la información que manejan los Grupos de Familia Al-anon (http://www.al-anonalateen.org.mx). Recibí unos discos que traían una plática impartida por un maravilloso miembro de estos grupos que es Salvador Valadez.

Es una idea surgida a finales de los años 70 y que podemos resumir con una frase (jajaja, surge otra frase) “Soltar con Amor”.

¿Soltar? ¿A quien?, si no traemos a nadie amarrado… Claro, de primera instancia uno no se identifica con esto, pero explicando más, es desperdiciar nuestra vida por estar al pendiente de los demás. Primero, ampliaré sobre el Prendimiento.

Ejemplificando: A nosotros cuando nos registraron nos pusieron un nombre, por ejemplo a mi, Ale, pero el Prendimiento Emocional nos hace perder el nombre que tenemos y llamarnos diferente, en mi caso antes de conocer de este tema, mi nombre realmente era Ángela Cristina Alfonsa Martha Pepa Leonarda Sara (y otros más, pero mejor no sigo, sino la entrada del blog se va a llenar de puros nombres), ¿Por qué? Por que yo no era yo, yo era ellos, Ángel es mi papá y vivía al pendiente de el, que si se pasaba de ponerle sal a la comida, que si me despertaba muy temprano, que si comía muy poquito, que si no le gustaba ir al doctor y entonces se enfermaba gravemente por dejar pasar los síntomas, que si no quería gastar para hacer una fiesta de cumpleaños o ir de vacaciones; o Cristina, mi mamá, y también vivía al pendiente de ella, que si no me dejaba ir a fiestas, que si me tenia que vestir solo como ella dijera, que si no me dejaba tener novio, que si comía mucho, que si era muy enojona y gritona (casualmente la misma queja que mi hija tiene hoy de mi, “Lo que te choca… te checa”) que si era la primera que inventaba un orden en casa y después ella misma era quien lo rompía, o que nos regañaba de no meter lo necesario antes de tomar una ducha y después ella misma era la que ya dentro de la misma nos gritaba: ¡tráiganmeeeeee mi toallaaaaa!

Y bueno, que les puedo decir de mis hermanos, Alfonso, Martha y Pepe, que si no estaban en casa, que si eran muy perfectos o muy imperfectos, que si me molestaban mucho o si de plano, no me pelaban.

Y el que se llevó la gloria por yo estar al pendiente de él fue Leonardo, mi ex, yo sufría por todas las cosas por las que no cambiaba, que si gritaba mucho, que si bebía mucho, que si no se esforzaba lo suficiente por encontrar un trabajo…

Y puedo seguir con cada una de las personas que han rodeado mi vida.

Con todas las cosas que ellos hacían, yo aseguraba que ellos tenían la culpa de las emociones que me provocaban: ira, tristeza, angustia, desesperación, sufrimiento y entonces me enfrascaba en grandes procesos ya sea para hacerlos cambiar o para hacerlos entender que “ellos” me hacían sufrir. Guerra perdida.

Esta científicamente comprobado que lo que un ser humano siente, nace de lo que piensa.

El proceso es el siguiente:

Hecho – Pensamiento – Sentimiento – Acción o Actitud

Con lo cual, nuestros sentimientos, no se dan por que sí, no son etéreos, no están en el aire y surgen de la nada, surgen de lo que pensamos, y si surgen de lo que pensamos, entonces, nadie tiene la culpa de nuestros sentimientos.

Las personas así son, no son de un modo especial solo para molestarnos y provocar nuestros sentimientos, no se enojan contigo, se enojan con todo el mundo. Y no podemos pasar la vida queriendo que cambien para que ya no provoquen nuestras emociones.

Cuanto tiempo llevamos con los mismos comportamientos y seguimos sin lograr los resultados, nuestras emociones se disparan por lo que pensamos, entonces, eso quiere decir que el cambio no esta en los demás, el cambio esta en nosotros. Lo inteligente es cambiar pero a nosotros. Si los sentimientos surgen de lo que pensamos, entonces, hay que cambiar la manera en que pensamos.

La próxima entrada de blog hablaré sobre frases que me han ayudado a empezar a lograr el cambio hacia el Desprendimiento Emocional.

Fuentes:

Platica impartida por Salvador Valadez para los grupos Al-anon.

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