domingo, 21 de febrero de 2010

La vida nos duele en los espacios del desamor.

Esta es la frase que quería utilizar la semana pasada, pero, pues estábamos en el ambiente del amor, no del desamor.

Como veíamos, el ser humano evolucionó (Según las opiniones de Humberto Maturana) por la convivencia mas que por la supervivencia. El nos dice que por mandato biológico buscamos que nos quieran.

El nos menciona: "Preguntémonos donde nos duele la vida". Eso significa, como muchas veces he mencionado en este blog, que hay que voltear hacia dentro de nosotros y encontrar esas cosas que nos hacen sufrir, que nos provocan miedo, ira o ansiedad.

Todas nuestras necesidades que no han sido satisfechas, cuando las analizamos y vamos para atrás y atrás, seguro llegamos a un punto donde reconocemos que lo que nos hizo falta fue amor, por ejemplo, una señora que esta enojada y que en su enojo se la pasa regañando a sus hijos y hasta el perro, cuando finalmente decide calmarse y recapitular, muy probablemente llega al punto donde siente que esta enojada por haber discutido con su marido, eso la pone mal, a tal grado de convertir su malestar en ira y dañar a quienes menos debería, incluso, eso daña futuras cadenas de amor.

Hay que tomar en cuenta algo, ahora somos adultos y al descubrir esos "espacios de desamor", es obligación personal trabajar en ellos para encontrar la forma de llenarlos. Nadie tiene que venir a llenar esos espacios, no debemos de manipular a nadie para que se dedique a hacer nuestro trabajo.

Bueno, pues espero que empecemos esta semana a encontrar las maneras mas sanas para llenar nuestros espacios de desamor.

Les mando por lo pronto un gran abrazo.

Fuentes:

Revista Psychologies México. No. 15 Enero 2010.

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